miércoles, 5 de septiembre de 2012

Dieta para después del verano

Pincho con cerveza
Todo un año trabajando y sufriendo de restricciones y de obligaciones y queremos darnos ciertos lujos, entre otros, el de comer de forma desordenada. Nos merecemos disfrutar de los helados, barbacoas, sendas paellas, cenas en compañía de los amigos, etc. Entonces, dejamos de hacer ejercicio regular, dormimos siesta, pasamos largas horas en una terraza disfrutando de una cerveza ...y lo que la acompaña, nos levantamos más tarde, etc. Es tiempo de descansar y es lo que hacemos. Es más, si podemos, escondemos la báscula
Los ayes vienen cuando miramos fijamente a la báscula y decidimos subirnos en ella y lo que nos dice, no nos gusta nada. Justo ese es el momento de respirar hondo y contar hasta 10. 

¿Cómo enfrentarse a los kilos de más del verano? 

No tomes medidas drásticas ni quieras perder peso en una semana lo que tantos disfrutes te ha dado. Mentalízate progresivamente de que tendrás que volver a pequeños sacrificios para volver a tu peso. Debes empezar poco a poco. Ya es demasiado dura la vuelta a la rutina, como para agregar dramas. Recuerda que has disfrutado cada gramo demás que tienes. 
Pincho con cerveza
Casi siempre cometemos el error de cortar radicalmente el suministro de calorías al cuerpo. Cuando hacemos esto, al principio perdemos cantidades importantes de peso, pero el organismo aprende y sabe que se le está dando menos y reacciona haciendo reservas y entonces, se estanca ¿por qué?, porque ante los cambios drásticos el metabolismo reacciona ante la falta de nutrientes y utiliza menos calorías para funcionar, lo que te impide bajar efectivamente de peso.
Consejos: 
- Empieza poco a poco, sin cambios radicales. 
- Olvídate de las comilonas. Es muy importante que cada dos horas comas pequeñas porciones de alimento, sin olvidar que el desayuno, la comida y la cena debes hacerlos más esmerados. Si ves que cada dos horas es mucho, como mínimo debes hacer 5 ingestas. Las ingestas no son comidas completas. Una ingesta puede ser una pieza de fruta, o un zumo. Esto es porque el proceso de la digestión quema muchas calorías, a la vez que no sientes ese hambre feroz cuando llega la hora de comer o cenar, así que empieza por desayunar, almorzar, comer, merendar un par de veces y cenar ligero. 
Pincho con cerveza
- Deja para después de las 7 los alimentos ricos en proteínas, ya que el metabolismo se ralentiza y no necesitas de hidratos de carbonos (harinas y azúcares) a partir de esa hora, más bien, necesitas las proteínas para formar masa muscular. También es un pequeño truco para quemar más calorías, pues en la digestión de las proteínas se utiliza mucha energía. 
- Picar entre horas puede transformarse en una de esas 5 ingestas. Tanto si eres una persona que siente vacío en el estómago, como si comes de forma compulsiva a deshoras, olvídate de los saladitos y los dulces. Están llenos de calorías vacías que no te aportan nutrientes y sí que llenan el almacén de grasas. Opta por una pieza de fruta, un yogur, o alguna loncha de jamón york, o pavo (si es posible sin pan, o con tostadas integrales). 
- Cambia tus costumbres. Saborear una buena naranja en el almuerzo, o en la merienda, o un yogur a media tarde puede resultar delicioso. La bollería y las bolsas de patatas fritas deberían estar prohibidas, pero para muchas personas el sentir el sabor de algo sabroso es imprescindible. Si es así, ten a mano siempre un frasco de chitosán. El chitosán es un complemento que no se digiere. Al pasar junto con la comida, atrapa las grasas y hace que pasen sin ser digeridas, pero las grasas y no los hidratos de carbono. 
- Acude a los lácteos desnatados. La provisión de calcio es fundamental, sobre todo en las mujeres mayores para prevenir la osteoporosis. Que no falten la leche desnatada o el yogur en tu nevera. Los productos desnatados aportan todo el calcio de la leche sin las calorías de la grasa que se ha eliminado. Reduce la mantequilla, el queso y la nata o los alimentos cuya composición la lleven y si sucumbes, ya sabes: chitosán. 
- Habitúate a los nuevos cambios, esa es la clave. No te obsesiones y hazlo poco a poco. Con el simple hecho de quitarte la “cervecita” y el pan, ya puedes ganarle la batalla a los jeans. 

Come lo mismo, pero mejor 

Si no quieres, no empieces una dieta espartana. Come lo que todos en la casa, pero en menor cantidad. Abusa de la ensalada antes de comer, eso hará que necesites menos comida y quemarás una mayor cantidad de calorías sólo en la digestión. 
Evita las grasas, los fritos, las comidas precocinadas y ya sabes, si un alimento sospechas que tiene grasa demás, te tomas tu chitosán. Puede arrastrar hasta el 40% de la grasa que hayas ingerido (por supuesto que depende de cuánta hayas sido capaz de comer). 
- Come solo un trozo de pan y si puedes, no comas nada. 
- Come legumbres y cereales. Son hidratos de carbono de asimilación lenta y te dan energía que irás gastando a lo largo del día y el sobrante no se guardará como reservas (o sea, grasas entre los tejidos). Procura tomar en tus ensaladas y tostadas un aceite de oliva de calidad para aprovechar sus ácidos grasos rebajando el colesterol. 
- Abusa de la verdura de hoja ancha, tanto cruda como cocinada, de las frutas (sobre todo de las frutas con mucha agua, como la sandía y el melón).
- Aumenta la ingesta de legumbres y cereales; come más pescado y riega tus comidas con aceite de oliva, sus ácidos grasos te permitirán regular el colesterol; y, sobre todo, come mucha fruta y verdura, ésta última cocinada y también cruda, en ensalada. 
- Las carnes, si puedes, cómelas a la plancha y aunque con patatas fritas estén deliciosas, pásate a las verduritas a la plancha. 
Imprescindible 
- Bebe al menos 2 litros de agua al día. No la bebas entre las comidas, evítalo, ya que las digestiones necesitan agua y si no la bebes, la cogerá del cuerpo, de esa manera, evitarás las retenciones de líquidos tan comunes de después del verano. Lo ideal es no beber desde media hora antes, hasta media hora después de haber comido. 

No hay secretos para adelgazar 

Pincho con cerveza
Come con frecuencia pocas cantidades al día, opta por alimentos sanos y frescos, reduce las calorías poco a poco (una semana 100, la siguiente otras 100, hasta llegar a tu dieta de mantenimiento habitual) y haz algo de ejercicio que te ayude a consumir energía. Y sobre todo no te obsesiones, nunca te desanimes y sé constante. En poco tiempo verás cómo obtienes los resultados que esperabas. 
Es el momento de echar mano de la ayuda de complementos. Hay excelentes complementos nutricionales para adelgazar que ayudan a depurar, a mantener las retenciones de líquidos a raya, a quemar las grasas que se depositan entre los tejidos, otros te dan energía extra que te obliga a moverte y quemar, etc. Elige lo que mejor te vaya, porque cada cuerpo tiene sus propias características. Pero recuerda, el complemento para adelgazar nunca te adelgazará. No olvides esto. Te ayudará mucho, pero el esfuerzo lo tienes que hacer tú.

¿Dónde comprar complementos para adelgazar con salud?

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