¿Champú de caballos?…

El champú de caballo ¿Lo usará realmente Jennifer Aniston?

Miedo me da pensar en lo que nos pueden llegar a vender y peor que eso, de lo que podemos aceptar si nos lo venden bien. Se supone que Jennifer Aniston tiene ese ‘pelazo’ debido a que usa champú de caballos para lavarse el pelo. Como todo lo que la actriz  haga con su pelo es noticia, la bola de nieve está lanzada y no hay quién la pare. No se sabe si es verdad que lo dijo o no lo es; lo que sí es seguro, es que esa actriz utiliza productos para su pelo (para lo que no lo es), de marcas cuyos cosméticos a nosotros nos costarían el sueldo de un mes. Sinceramente no me imagino a Jennifer Aniston utilizando el champú de su caballo para lavarse su cabello (por mucha biotina que tenga). Curiosamente ayer, comprando en el ‘súper’ de mi barrio, en la sección de perfumería me veo entre sus estanterías (en el lote de champús de marca blanca) sendo cartel en color azul 'cantoso' con la leyenda “champú de caballo” y mascarilla a la biotina. ¿Hasta dónde puede llegar el Marketing si está bien orquestado? Principalmente es cuestión de informarse y después de actuar. La locura del champú de caballos es total y nadie se cuestiona si hacen bien o hacen mal: "lo compro simplemente es porque lo dijeron…, lo cuentan en Facebook…, me lo dijo una amiga…, está en Youtube…".  Se ha puesto de moda y como moda que es, durará lo que dure. 

 ¿Qué es la biotina?

La biotina es una vitamina hidrosoluble del grupo B que no  se absorbe por la piel (vía tópica) y aunque sí es cierto que algunas alopecias las cura o mejora, da brillo al cabello y detiene su caída, su uso es sólo por vía oral: pastillas, bebibles, cápsulas, etc. que entre otros componentes, además se encuentra la famosa biotina. Esas son los tratamientos que desde hace mucho tiempo se venden en farmacia o recetan los dermatólogos con ese fin para el cabello y las uñas. Tampoco debemos olvidar que la biotina es una vitamina que la encontramos en multitud de alimentos que comemos a diario (aparte de que nuestra flora intestinal también la produce). Mientras los fabricantes hacen su agosto con el champú de caballo, quienes lo están utilizando, no sólo no obtendrán la cabellera soñada, sino que seguramente acabarán con una abundante caspa, con una desagradable seborrea o vete a saber con qué más… no olvidemos que es un champú que se ha concebido para animales equinos y muchos de ellos tienen además insecticidas entre sus componentes.

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